Alegre y nerviosa a la vez. Así me encuentro escribiendo la que, a todas luces, parece ser mi última entrada en este blog por el que he recibido el mayor premio al que podía aspirar: ser elegida diputada para ir a Toledo con otras 46 personas. Espero que sean unos días excelentes en los que por fin podamos conocernos.
Desde estas últimas líneas me gustaría felicitar al resto de candidatos que finalmente han conseguido proclamarse vencedores en la votación, así como a aquellos que se han quedado en el camino y han sabido ser unos dignos rivales, porque en el fondo todos somos ganadores morales al haber tenido el privilegio de conocer un poco más a fondo este sistema de valores que es la democracia.
También quiero dedicar esta entrada a agradecer su aliento a aquellos compañer@s que nos han brindado todo su ánimo y apoyo desde que embarcamos en esta aventura, así como a los profesores del resto de institutos participantes que desde el primer día nos han inculcado su ilusión por el proyecto Cortes Jóvenes, especialmente a Montse, sin la que ahora ni Carlos ni yo podríamos disfrutar de esta oportunidad.
En definitiva han sido unas estupendas semanas compartiendo con vosotros reflexiones y pensamientos varios. Espero poder seguir disfrutando de vuestra compañía, esta vez en mi blog personal al que todos estáis invitados a entrar: http://desdeminube.livejournal.com/
¡Un abrazo a todos!
Vero
Cita: Si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo, es allí donde debería estar. Ahora debes construir los cimientos debajo de él. - Bernard Shaw
No es necesario dar una definición de la palabra botellón para que entremos en materia, puesto que este fenómeno se encuentra tan extendido en nuestra sociedad que todos, en mayor o menor medida, lo conocemos.
A estas alturas, teóricamente, también sobraría decir que cada cual es libre de llevarlo a la práctica o no, pero... ¿Realmente nos sentimos dueños de nuestra libertad personal para decidir en qué queremos invertir el tiempo de ocio del que disponemos?
Como todo en su justa medida, el botellón no tiene por qué suponer un problema: no es más que una reunión de amigos que, bajo la excusa de beber sin tener que pagar los excesivos precios de bares y discotecas, pasan un buen rato.
Pero como he señalado anteriormente un consumo de alcohol responsable es crucial para que dentro de los recuerdos y anécdotas no tengamos que incluir una visita al hospital o algo mucho peor. Por muy permitidas y legalizadas que estén, las bebidas alcohólicas no dejan de ser drogas, puesto que inhiben los sentidos y dificultan nuestra relación con la realidad, por lo que hay que tener un especial cuidado con ellas.
Sin embargo, me gustaría reflexionar un poco más sobre el consumo de alcohol entre los jóvenes. Por desgracia este se da cada vez en edades más tempranas, hasta llegar a límites en los que dudo que realmente se pueda ser consciente de lo que se está haciendo.
La presión de la sociedad juega un papel muy importante en ello: el deseo de crecer deprisa y quemar etapas para sentirnos más libres es algo que se ha dado desde siempre; sin embargo ahora contamos con los medios necesarios para hacerlo, obviando que no es más maduro quien más bebe o quien realiza la locura más grave, así como que contamos con otras alternativas de diversión como el deporte, dedicarnos a actividades que nos interesen, la colaboración en ONG's, etc.
Además es muy probable que muchos jóvenes, si pararan a analizar la situación, caerían en la cuenta de que en principio esta actividad no les resultaba atractiva; es más, quizá ni siquiera les gustara el consumo de alcohol, pero se vieron arrastrados a ello por sus amigos, lo cual nos lleva a plantearnos si en verdad somos dueños de nuestra vida y de lo que queremos hacer con ella.
Y es que por muy fuerte que resulte la presión del grupo siempre tendremos un pequeño margen de libertad para hacer lo que realmente queramos, sin importar qué piensen de nuestra acción; por muy complicado que parezca siempre resultará más gratificante buscar nuevas vías de diversión que seguir a la mayoría, anulando así nuestra personalidad.
En definitiva el botellón parece llamado a convertirse en la forma de revolución de nuestra generación, pero si queremos llegar a ser personas de verdad, con todo lo que ello implica, incluido tomar nuestras propias decisiones, lo adecuado será hacer lo posible para que sea la forma de diversión personal de cada uno, elegida libremente y llevada a cabo con una serie de precauciones; ese, y no jugar a ser mayores, que no maduros, es el verdadero significado de crecer.
Cita: Para abrir nuevos caminos, hay que inventar; experimentar; crecer, correr riesgos, romper las reglas, equivocarse… y divertirse... Pero con cabeza - Mary Lou Cook
Que la naturaleza agoniza es algo más que demostrado, como también lo es el hecho de que utiliza su último aliento para transmitirnos un mensaje tan estremecedor como urgente: si no actuamos hoy ni siquiera encontraremos un mañana en el que lamentar haber dado la espalda a lo que parece el gran problema del siglo XXI.
El deshielo de los polos, los bruscos cambios de temperatura, las largas sequías acompañadas por lluvias torrenciales... Señales que intentan advertirnos de una realidad cada vez más cercana: el cambio climático ha dejado de ser una mera teoría científica para convertirse en la triste realidad a la que volvemos la espalda diariamente, cada vez con menos resultados.
Por mucho que intentemos negar la evidencia ésta no se va a evaporar, al contrario: el tiempo avanza y con él la posibilidad de que nuestros peores temores se multipliquen; quién sabe cuánto tardaremos en vivir esos días propios de películas de ciencia ficción en los que caigamos en la cuenta de que de nada servirá nuestro desarrollo si careceremos de lo básico, un medio en el que vivir dignamente. ¿Para qué invertir tiempo y dinero en buscar condiciones de vida favorables en otros planetas si podemos emplearlo en salvar éste?
Las jóvenes generaciones vivimos este fenómeno en medio de una espiral de incertidumbre: somos víctimas de un problema creado mucho antes de que tuviéramos uso de razón, hemos heredado un mundo contaminado que ya nada tiene que ver con ése verde y azul que dibujábamos de pequeños, y ahora debemos luchar contra un problema que pareciera haberse descubierto ayer. Ante ésto, ¿cómo actuar?
Tal vez la primera medida que debamos adoptar sea romper barreras eliminando tópicos: el esfuerzo desarrollado por una sola persona sí cuenta, y mucho: es una de las medidas con las que animar a quienes nos rodean a cuidar nuestro planeta, adoptando patrones sencillos que suponen una gran ayuda contra el cambio climático: reciclado, uso responsable del agua, utilizar vehículos colectivos o no contaminantes, evitar el uso de productos de contengan cfc... En esta página web podéis encontrar un listado de direcciones de gran ayuda para iniciarnos en el cuidado del medio ambiente:
Si era demasiado tarde para luchar contra el cambio climático será mejor decidirlo cuando hayamos hecho todo lo posible, ¿no creéis?
Cita: Cuando hayas cortado el último arbol, contaminado el último rio y pescado el último pez, te darás cuenta de que el dinero no se puede comer - O. Maiso
Hoy, día 9 de Abril, quienes tenemos la suerte de compartir nuestros pensamientos y reflexiones a través de Internet debemos usar ese privilegio para lograr un objetivo muy especial: denunciar a través de nuestros blogs un hecho tan antiguo como vergonzoso: la violencia en cualquiera de sus formas, y muy especialmente, la ejercida contra la mujer.
En pleno siglo XXI, con miles de años de historia a nuestras espaldas en los que supuestamente deberíamos haber aprendido el significado de la palabra igualdad, resulta vergonzoso tener que buscar una fecha en el calendario en la que mostrar nuestra indignación y rechazo hacia este fenómeno tan extendido como injusto; no hay palabras para describir lo aberrante que resulta tener que fijar un día en en cual reivindicar nuestro derecho a existir, a conservar nuestra dignidad y a expresarnos libremente, cuando esto debería llevar conseguido mucho tiempo.
Nos encontramos en los albores de una nueva era, marcada por los avances tecnológicos y mejoras en todos los campos, algo que nos repiten hasta la saciedad, sin embargo olvidamos las sombras de este tiempo: el retroceso en valores, cómo nos hemos sumido en una sociedad despersonalizada en la cual se echa de menos el trato humano. No podemos vanagloriarnos de vivir en un mundo moderno si por el camino hemos perdido lo más importante: el respeto a nosotros mismos y a los demás, más allá de las diferencias.
Sin embargo debemos reconocer que, aunque no de forma tan extrema, nosotros, también contribuimos a hacer posible la denigración de la mujer. Quizá ninguno de los que lean esto han puesto la mano encima a alguien por considerarlo inferior por pertenecer al sexo opuesto pero.. ¿Cuántas veces hemos seguido y promulgado los estereotipos femeninos? ¿Alguna vez nos hemos parado a contar la cantidad de anuncios machistas que podemos ver en televisión? ¿Y cuántas veces hemos sonreído ante un chiste de esa clase o pronunciado frases del tipo "mujer tenías que ser" o "cállate, que vosotras de eso no entendéis"?
¿Acaso esa no es también una forma de dañar a la mujer? Esos golpes no se reflejan en nuestra piel, pero quedan marcados dentro de nuestro entorno, lo cual, en muchos casos, lleva a consecuencias tan escalofriantes como el número de fallecidas por violencia de género que podemos encontrar en nuestro país.
En definitiva, no podemos criticar a la sociedad y volverle la espalda porque todos somos parte de ellay por tanto culpable de sus errores e, igual que nos orgullecemos de sus aciertos, debemos intentar cambiar sus fallos, y precisamente uno de los más graves es creer en la superioridad de géneros y dejar que quien profesa estas creencias nos influya. No debemos pedir justicia, debemos fabricarla
Por favor, tengamos algo de cabeza. Por favor, unámonos, rompamos las barreras que nos ha impuesto esta sociedad arcaica para que dentro de unos años fechas como estas queden en el recuerdo, y no hablemos de igualdad, la practiquemos de verdad para que nunca más necesitemos un día en el cual reclamar nuestro derecho a la vida.
Cita (gracias a Monte): Educar en igualdad y en el respeto es educar contra la violencia - Benjamin Franklin
Teléfonos móviles cada vez más precisos, ordenadores con una cantidad de memoria admirable, televisiones con infinidad de colores... Sin duda son el producto de la maravillosa mente del ser humano, quien ha invertido la gran mayoría de su existencia en progresar, tanto que ha olvidado el fin último de su objetivo: llegar a una sociedad mejor.
Y es que de nada sirven los sorprendentes avances tecnológicos que el hombre, en su afán de controlar a todo y a todos, lleva a cabo: por muy superior que crea ser siempre estará sometido a la naturaleza. Es inútil ennorgullecerse de haber logrado que éste sea conocido como el siglo de la tecnología si ese sobrenombre no se acompaña del subtítulo "y de la calidad humana".
En menos de cien años hemos logrado conquistar cada rincón de la Tierra y de la Luna; podemos hablar con gente que vive al otro lado del globo y conseguir cualquier dato que necesitemos sólo con pulsar un botón. Todos estos avances sin duda han contribuido a mejorar nuestra calidad de vida enormemente y es algo a lo que quienes hemos venido detrás y no hemos tenido que sufrir sus carencias tenemos que estar profundamente agradecidos.
Sin embargo todo ello no tiene sentido si por conseguirlo hemos dejado atrás nuestro don más preciado, el conjunto de sentimientos e ideales que nos hacen especiales. ¿Para qué sonreír al conseguir fabricar coches que alcancen velocidades supersónicas si hemos olvidado el arte de hablar y conocernos los unos a los otros? ¿Qué razón tiene chatear con quien se encuentra a miles de kilómetros si ni siquiera somos capaces de saludar a quien vive al lado de nuestra casa?
Quizá estas preguntas encuentren su respuesta en un silencio reflexivo, propio quien cae en la cuenta de el auténtico desarrollo tiene que comenzar por nosotros mismos; que antes de enviar un mensaje de texto debemos aprender a decir "k tl?" de corazón, que un ordenador jamás podrá reemplazar la compañía de un verdadero amigo o que una vida siempre vale más que volar sobre el asfalto con un bólido último modelo.
El progreso es beneficioso e incluso necesario, pero siempre regulado por la ética humana, quien no se debe quedar atrás en la carrera por avanzar. Aún estamos a tiempo de darnos cuenta de ello y luchar para que dentro de algunos años nuestros predecesores recuerden este siglo como el del desarrollo humano. El tecnológico será simplemente una consecuencia de ello.
Cita: El progreso no consiste en aniquilar hoy el ayer, sino, al revés, en conservar aquella esencia del ayer que tuvo la virtud de crear ese hoy mejor. - José Ortega y Gasset
Contamos con una masa juvenil de muchachos analfabetos funcionales, que nunca leen un libro, que no han pisado un teatro, que ya no van al cine [... ]que tienen las neuronas atrofiadas para desarrollar una reflexión, que no pueden entender el placer de una conversación interesante.
Lidia Falcón, escritora
A todos los que leemos estas palabras nos gustaría que formaran parte de un hecho aislado; la respetable aunque no compartida opinión de alguien que recuerda épocas mejores tras las cuales perdió la fe en la juventud.
Sin embargo, aunque nos duela reconocerlo, frases parecidas a estas las podemos encontrar en boca de miles de personas: padres y abuelos, educadores y medios de comunicación, todos parecen coincidir en que los llamados a dar un nuevo rumbo al mundo cada día están más lejos de ello, andan demasiado ocupados en ir de fiesta en fiesta, acomodados en lo superficial, desechando las oportunidades que sus mayores con tanto esfuerzo les regalan, pidiendo siempre más sin dar nada a cambio, incapaces de disfrutar cualquier aspecto relacionado con la cultura y menos de plantarle cara a la vida.
Si consideráramos estas afirmaciones como mentiras rotundas nos engañaríamos a nosotros mismos; bien es cierto que un porcentaje de la juventud, quizá mayor de lo que nos gustaría, tiende a concebir la vida como un aquí y ahora alejado del compromiso y del placer de buscar algo más alejado del alcohol y el vandalismo, pero no podemos negar que son los menos.
Al otro lado de las estadísticas se esconden miles de jóvenes que reniegan de ser la llamada "Generación X" y se esfuerzan por demostrar que no es necesario peinar canas para hacer una buena reflexión, que no recordar momentos históricos en primera persona no es razón para no disfrutar de la vida sin que haya una pantalla de por medio; en definitiva que las próximas generaciones no buscan llenar el vaso una vez más sino sustituir esa X por un sueño y seguir rompiendo moldes.
Si nos dan la oportunidad las palabras de la señora Falcón no serán más que una opinión anticuada (si no fuera así decenas de jóvenes no nos habríamos embarcado en este proyecto)
Si nos dan la oportunidad seremos mejores. Si no, la inventaremos
Cita: Si la juventud es un defecto, es un defecto del que nos curamos demasiado pronto. - James Rossell Lowell